El asesinato de Nange Yeti, sabio waorani, se investiga tres meses después.

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El 19 de diciembre de 2021, Nange Yeti Nimonca, un abuelo y Pikenani —sabio— de la nacionalidad waorani, desapareció mientras realizaba un patrullaje en la comunidad de Wawampare en la provincia amazónica de Pastaza, cerca del río Curaray. 


Doménica Montaño · 1 de abril del 2022 .- Su cuerpo sin vida fue hallado dos días después, el 21 de diciembre, con varios golpes contundentes en su cráneo y cortes en el cuello. 


La hija de Nange, Rosalba, denunció el presunto asesinato en la Fiscalía de Asuntos Indígenas de Puyo. También denunció supuestas amenazas que habían recibido su padre Nange Yeti y su familia, por su rol como defensor de la naturaleza. 


El asesinato de Yeti fue el segundo crimen violento contra un defensor de la naturaleza en 2021 en Ecuador. En marzo de ese año también fue asesinado Andrés Durazno, defensor del agua y vocero de la resistencia antiminera en Río Blanco y Molleturo.


Tres meses después de su muerte, varias organizaciones waorani denuncian retrasos e irregularidades en la investigación de su muerte. 


¿Cómo ha avanzado el caso?

A pesar de que la denuncia por el asesinato de Nange Yeti fue presentado el 30 de diciembre, la Fiscalía se demoró tres meses en ejecutar las diligencias de la investigación como la toma de versiones y la exhumación del cuerpo. Las diligencias se hicieron recién el 21 y 22 de marzo de 2022.


Además, los costos de diligencias como la exhumación del cadáver de Yeti tuvieron que ser asumidos por la Organización Waorani de Pastaza (OWAP). 


Según organizaciones como la OWAP y la Nacionalidad Waorani del Ecuador (NAWE), durante las diligencias, el fiscal a cargo del caso y el agente investigador de la Policía Nacional tuvieron una actitud “desinteresada”. Las organizaciones denunciaron esta actitud y el 24 de marzo, el fiscal de asuntos indígenas de Puyo, Irar Amílcar Antún Tsamaraint, fue destituido. 


La Sala de Especializada de la Familia, Niñez y Adolescencia de la Corte Nacional de Justicia declaró que hubo negligencia del fiscal Antún por “haber retardado las diligencias que tenía a su cargo”.


La NAWE y la OWAP saludaron la destitución del fiscal. Sin embargo, aseguraron que esta decisión se tomó muy tarde. También pidieron que el nuevo fiscal sea un funcionario que pueda “garantizar la tutela judicial efectiva, verdad, justicia, y reparación”. 


La familia de Nange Yeti asegura que días antes de que él fuera asesinado, su esposa recibió amenazas.


Hasta ahora, la Fiscalía no ha formulado cargos contra ningún sospechoso. 

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